Mi padre, mi abuelo, mis vecinos (él y ella, mis segundos padres), un profesor… me violaron y abusaron sexualmente, también me maltrataron físicamente cuando me negaba.
Estaba en la cama, con un síndrome de abstinencia a las drogas psiquiátricas aterrador, no sabía como iba a lidiar con el siguiente segundo de vida, ideas suicidas, ansiedad, depresión, fatiga, dolor muscular… no quería lidiar con un segundo más de vida. Una inmensa bola oscura se me acercaba, no tenía la menor idea de dónde venía, tampoco lo que traía, algo en mi interior me decía que era denso, muy denso…la rechacé.
Pasaron unos días, dos, tres, cuatro quizás, y la bola regresó, la bola simplemente aparecía. Mi situación no había cambiado, puede que incluso hubiera empeorado, no lo sé, la bola aparecía y se veía incluso más pesada y oscura de lo que recordaba, la rechacé de nuevo.
Los días pasaban y mi situación iba a peor, estaba en pleno proceso de reducción de las drogas psiquiátricas, en un proceso de reducción muy caótico, mi estrategia era pésima, llamarlo estrategia es un gran atrevimiento, en esta época aún no conocía los foros de drogas psiquiátricas, simplemente seguía mi intuición… la jodida bola densa y oscura regresaba, siempre regresaba, no sé si fue a la cuarta o quinta vez que decidí aceptarla, no rechazarla, por cansancio, por falta de energía, por falta de fuerzas, por falta de voluntad… la maldita bola siempre volvía.
No hay palabras ni imágenes suficientes para describir los siguientes minutos, horas y días, mi situación era extrema, ya no pertenecía a este mundo, estaba más muerto que vivo. Las cosas pueden ir a peor, siempre van a peor, morir y descansar era la mejor opción, y así fue, imágenes, sensaciones, momentos de violaciones y abusos sexuales comenzaron a surgir en mi cabeza, mi padre y mi abuelo eran los protagonistas… shock, entré en estado de shock, no, no era verdad, esto no me podía haber pasado a mí…
¿Cómo cojones iba a lidiar con ello? Estaba más muerto que vivo, sufría a cada segundo, no sabía si iba a llegar vivo al siguiente segundo, no quería llegar vivo al siguiente segundo, tenía 33 años y ya había vivido un infierno, había pasado por cientos de situaciones extremas, a pesar de haber buscado e intentado todo, estaba en las últimas… y además esto…
Shock, seguía en shock, en la cama, mis sentidos y sistema relacional no funcionaban, las imágenes y sensaciones seguían fluyendo, no podía frenarlas, no podía reaccionar, no me lo terminaba de creer, no me lo quería creer, no podía ser verdad, no podía con ello… intentaba negarlo…
Alice Miller, mi querida y gran compañera de viaje, comenzó a aparecer entre las imágenes, entre las violaciones, las palizas, entre las repugnantes y pavorosas sensaciones… comencé a recordar que el cuerpo nunca miente, a recodar sus libros, sus artículos, su web, sus mensajes, el drama del niño dotado, desde la rabia al coraje, libre de mentiras, la verdad os hará libre, el cuerpo nunca miente…
Unos años atrás había tenido las gran surte de encontrarme con ella y con sus libros, Alice apareció en internet en una de mis obstinadas búsquedas y su mensaje me llegó al alma, compré sus libros, se convirtió en mi amiga, en una gran compañera de viaje… sabía que Alice era verdad, pero el decadente estado de mi sistema nervioso y las drogas psiquiátricas habían impedido que accediera a las memorias de mi infancia. Finalmente lo hacía, y era tan horrible que era mejor que siguieran guardadas, era mejor que Alice estuviera confundida, que su obra fuera una mentira, nunca imaginé que había sido violado, que mi historia era tan siniestra… Gracias siempre Alice Miller.
Era verdad, sí, era verdad, eso me había pasado a mí, el cuerpo nuca miente, dios, era verdad… una rabia monumental comenzó a brotar dentro de mí, tan desmesurada que menos mal que mi estado de salud era tan pésimo que no podía moverme, también que mi padre y abuelo estaban muertos, sólo quería matar, solo quería matarlos…
La bola me seguía visitando cada día, era repugnante, repulsivo, perverso… las violaciones parecían no tener fin, además nuevos agresores comenzaron a aparecer, mi vecino, un profesor… ¿Cómo lo soportaba? Sinceramente no lo sé, no había muchas opciones, integrarlo o tirarme por la ventana (esta era la única opción viable debido a mi estado), si alguien me hubiera garantizado que no sería un intento fallido y que el sufrimiento cesaría, no lo hubiera dudado… el nivel sufrimiento era tan alto, que pensar en más dolor me aterraba.
Estaba claro que las drogas psiquiátricas y todos los “medicamentos y tratamientos” que había tomado desde niño, no sólo no me habían curado, si no que lo habían empeorado todo, mi estado de salud era pésimo, sólo habían servido para enfermarme.
Seguía tirado en la cama, 24 horas al día con pensamientos suicidas, cansancio, agotamiento, dolor muscular, insomnio… la bola había elevado a niveles insospechados las ideas suicidas, la depresión y la ansiedad, tenía pocos minutos de lucidez al día que usaba para buscar información en internet sobre malos tratos, violaciones y abusos sexuales. Me ayudaba, me calmaba un poco, las historias de superación de otros y sus experiencias me ayudaban a comprender, a no sentirme sólo, pero llegó un momento que no podía soportarlo más y lo compartí con 4 o 5 adultos…
Desafortunadamente al poco tiempo me di cuenta que no había servido para nada, si cabe, había sido incluso peor, ya que todo el mundo decidió negarlo y mirar para otro lado, ahora ya no sólo había sido violado sexualmente y maltratado, también era rechazado por ello y aunque parecía imposible, dolía más, mucho más… repentinamente algo hizo click en mi cabeza, era lo mismo que había ocurrido cuando era niño, los adultos lo saben, pero no pueden lidiar con ello y deciden mirar para otro lado, lo tapan, lo ignoran, se disocian… ahí me di cuenta una vez más que estaba sólo, que siempre lo había estado, y que era la única persona que me podía sacar de esta enrevesada situación.
Los días, las semanas, los meses fueron pasando, el síndrome de abstinencia, mi historia de violaciones y malos tratos seguían formando parte de mí día a día de manera severa, los abusos salía principalmente en las madrugadas, también había momentos que ocurrían durante el día, algunas veces incluso despierto, intentaba fluir con todo ello, no siempre lo conseguía… Sabía por los blogs de abstinencia que había perdido las barreras naturales de protección de mi cuerpo, y que ya nada frenaba a mi inconsciente, las historias en los blogs de abusos me ayudaban, me guiaban y calmaban, pero aun así, había épocas donde no podía soportar la dureza de mi historia, tomé descansos.
Con el tiempo y la gradual mejoría, te vas das cuenta que al integrar tu historia, el cuerpo mejora, los dolores y el cansancio van mejorando, que todos esos horribles momentos llenos de miedo, tristeza, rabia, soledad… es ahí es donde están guardados, haciendo consientes esas vivencias, la energía, la flexibilidad, la vitalidad vuelven, los dolores y el cansancio desaparecen, poco a poco regresas a la vida, a la alegría, a la salud y, que aunque sea siempre horrible te entregas porque sabes que ese es el camino.
Rabia, imponencia, rabia, desesperanza, rabia, tristeza, rabia, miedo, rabia… sólo quería matar, a mi padre, a mi vecino, a mi abuelo, los mataba, los mataba todos los días durante varias horas por las mañanas. El cuerpo me despertaba con dolores entre las 5 y las 6 de la madrugada, comenzaba a mostrarme las palizas, las violaciones, los instantes de terror previos a las agresiones, los momentos en los que estabas muerto… y yo los mataba, los mataba por separado, los mataba juntos, con pistolas, cuchillos, misiles, granadas, con mis propias manos… hay tantas maneras de matar…
Seguía leyendo e investigando en internet, libros, estudios, conferencias y afortunadamente, los recursos e información necesarios llegaban a mis manos, malesurvivor.org, 1in6.org, Karmelo Bizkarra, survivingantidepressants.org, madinamerica.com, Wilhelm Reich, Carl G. Jung, Rudolf Steiner, Eneko Landaburu… gracias a ellos podía comprender por todos los extraños y misteriosos procesos que había pasado y me estaban ocurriendo.
Con el tiempo y gracias a la mejoría, te das cuenta que el cuerpo es muy inteligente, es la máquina más poderosa y sabia que la madre naturaleza ha creado, todo está almacenado y guardado, que el cuerpo nos protege siempre, por eso hay cosas que guarda en el “disco curo” hasta que estamos preparados, que elimina de lo que más daño le hace a lo que menos y por eso al inicio este proceso es tan intenso…
Aprendes a confiar en el cuerpo, aprendes a confiar en ti y simplemente te dejas dirigir, te dejas guiar por arduo que sea. Tiene algo de fascinante, de mágico, de asombroso… puedes ver como se formaron tus “enfermedades”, la gran crisis alérgica y asmática que sufrí a los 3 años y medio ocurrió, cuando al comenzar a la escuela, me di cuenta que lo que ocurría en mi casa era un infierno, puedes ver el proceso de recuperación de cada órgano de tu cuerpo al ir integrando tu historia real, puedes comunicarte con tu cuerpo, puedes ver dónde y cómo está almacenada tu historia, puedes…
Sabes que es el camino de vuelta la vida, a la alegría, a la salud, es un proceso intenso y profundo, pero vas entrando, lo vas perfeccionando… te das cuenta que nunca se repiten los momentos, que la respiración te ayuda a bucear en tus recuerdos, que cuando los integras se van para nunca más regresar y, así vas conociendo tu historia real, vas rescribiendo de nuevo tu historia y dejando atrás la que te habías inventado, la falsa historia que el cuerpo te ayudó a crear para sobrevivir, es un gran duelo.
Todos los momentos fueron muy desgarradores, pero uno de los más duros fue cuando vi que mi madre era consciente de los abusos y miraba para otro lado, y que mi vecina también abusaba de mí. Hasta ese momento aún me quedaban las mujeres, aún quedaba alguien que me había protegido, que me había cuidado, que me había querido… otra avalancha de momentos de violaciones de ella, de ella y su marido, de todos en la cama juntos, de miedo, terror… comenzaron a emerger. La sensación de soledad, abandono, rabia, insignificancia, vacío, insuficiencia… era tremendas.
Cuando ya no te queda nada ni nadie, apareces tú y te das cuenta que eres la única persona que te puede cuidar, proteger, amar, querer… que eres tu mejor compañero de viaje, que siempre habías estado ahí, te das cuenta que ERES.
Actualmente estoy bien, vivo, siento, viajo, bailo, disfruto de la vida, de la naturaleza… He aprendido a vivir entre la luz y la sombra, a fluir entre las dos, a fluir en la vida. A comprender, a aceptar mi historia, a dejarla atrás… fueron aprendizajes para ayudarme a recordar la persona que soy, aprendí a vivir y a ser feliz a pesar de todo ese dolor.
Es hora de ser valiente, compartir mi propia historia, seguir ayudándome a mí y acompañar a otros en su camino. He regresado a la vida, ¡así que tú también puedes hacerlo! Quiero agradecer y dar las gracias desde el fondo de mi corazón, a todas las personas (y a los foros y webs) que son valientes, y comparten sus sorprendentes y reveladoras experiencias e historias, especialmente a malesurvivor.org y 1in6.org.